¿CONFUSIÓN O AUTOENGAÑO?

Y de repente lo entendí todo.
Después de unos años esperando oir algo, o, quizás oir aquello, que yo quería oir, lo ví claro.

Durante todo este tiempo había estado interpretando mal, "las señales", sus gestos, sus miradas..........


¿Por qué las mujeres tenemos esa tendencia a querer interpretarlo todo?, ¿ es necesidad?, o...... simplemente necesitamos justificarlo todo!!?.

A veces no nos explicamos ciertos comportamientos de los demás hacia nosotros mismos, no nos resulta coherente que se hagan o digan cosas que no tienen nada que ver con lo que sus cuerpos expresan, es decir; el lenguaje corporal no se corresponde con el lenguaje oral. Lo que venía a decir cierta cantante de renombre en una bella canción:

"Porque tus ojos me gritan lo que tu boca se calla".

Somos capaces de estar así años, malinterpretando "SEÑALES".

¿Tan ineptas somos como para no darnos cuenta en tanto tiempo? ¿o es que quizás la ceguera, que nosotras mismas nos provocamos, es la que no nos deja ver con claridad?. ¿Es eso bueno?, ¿autoengañarnos?.
No creo que lo sea. Y lo peor, es que lo sabemos. Sabemos que es lo que hay que hacer desde el primer momento, pero es más fácil autoengañarse y creer que,, "las señales", te darán la razón. Y que al final tu esfuerzo y sacrificio habrá merecido la pena.
Porque habrás obtenido lo que esperabas.


Pero no suele ser así. Lo normal es que termines por rendirte a las evidencias y acabes con todo de un zarpazo. No se pueden forzar las cosas, no se puede obligar a nadie.

Es totalmente lícito que alguien no sienta por otra persona lo mismo, que no sean recíprocos sus sentimientos, sin que tenga que ser juzgado y sentenciado por ello.

Pero........ lo que nunca, nunca podía imaginar, y mira que imaginación no me falta, es que aquella mañana descubriría "eso" en sus ojos. En otro momento de menos lucidez lo habría confundido con amor, pero ahí estaba, lo tenía claro. Lo había tenido delante de mí todo este tiempo y no supe interpretarlo, esa..."señal" que sí era la verdadera, que sí era la que se correspondía con sus actos, sus gestos y sus miradas.


Que es lo último que esperaba, ni deseo que nadie sienta por mí.

LASTIMA.


Chewing