domingo, 18 de marzo de 2012

SADNESS

Oyendo música clásica, hay momentos en los que como me dice un amigo mío, te pones nostálgic@. Aunque creo también que cuando estamos así tenemos la tendencia a fustigarnos aún más y oimos esa música que nos lleva a ese estado.

Yo me pongo nostálgica, melancólica, a veces triste y otras contenta.
Nostálgica porque me transporto a otro tiempo atrás en el que quizás era feliz, o no, o quizás hoy podría ser más feliz de haber girado a la derecha en vez de a la izquierda , o tampoco,,,,, ¿quién lo sabe?.

La música es el motor  de todas las sensaciones y emociones. No conozco a nadie que no disfrute con la música, y puede que exista, pero yo no lo conozco al menos.

La música alegra o entristece o simplemente hace vibrar dentro de tí sensaciones que  en muy contadas ocasiones se manifiestan.

La sensación de alegría también puede ser por añorar momentos buenos y recordarlos, o por momentos presentes en los que hay que celebrar que estamos con los que queremos y es una buena forma de demostrarlo.

Cuando me pongo triste al oir música es porque mi pensamiento se va, como el de casi todo el mundo, a algún recuerdo escondido. De esos que no llevas a flor de piel porque no podríamos continuar si constantemente pensáramos una y otra vez en eso que tanto nos aflige.

 Uno de esos recuerdos que  a la vez que triste es alegre porque sabes que formas parte del recuerdo de otra persona, y que en algún momento te hizo feliz el solo hecho de que te sonriera y te mirase a los ojos, y que te llenó para el resto de tu vida.

¿Por qué las historias de amor no tendrían sentido si no fuesen desgarradoras, imposibles, tormentosas o silenciosas?
                  ¿Por qué la memoria tiene esa capacidad para hacerte revivir escenas a través de un olor, un sabor, un sonido......?
                                 ¿Por qué asociamos todo eso a  la tristeza?

Esa que nos invade algunas veces y nos conquista, se apodera de nosotros, nos controla y cuando nos deja derrotados, se va para "Volver a Volver".
Aunque en otras ocasiones en las que sabes que está alrededor tuyo eres tú quien la controla y aplicas algo como yo, algo que he aprendido para dominarla yo a ella.

Y es vivir en mi mente momentos felices y sacar la mejor de mis sonrisas. Sacarle partido a esas vivencias, dejar que la música me invada y recrearme en los buenos momentos. Al fin y al cabo ya están vividos y disfrutados. No entristecer por no tenerlos más, ya los tuve una vez.

¡¡Solo sonreir porque existieron!!

La música me hace volar..


                     La música me hace soñar..................



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Chewing

1 comentario:

  1. La música solo hay que oirla, solo hay que dejar que suene, solo hay que dejar que te lleve a algún sitio...sea Ítaca, Arcadia o donde llegue.
    T.

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