domingo, 24 de abril de 2011

MI NIÑEZ

El olor a libros nuevos, a rosas, a chicles de fresa.

Todo ello forma parte de mi pasado, de mi niñez. Y el otro día alguien se encargó de sacarme las lágrimas, y los recuerdos  se me agolparon.

Me remonto a unas cuantas décadas atrás y siempre tengo la imagen de las mañanas frescas y tibias de mayo camino del colegio. Mi calle, mi cuarto, mis hermanos, mis  pollitos,(los únicos animalitos permitidos, y permisibles para mí, ya que me dan miedo casi todos).

¿Dónde están esos días?, ¿dónde mis compañeros de clase?.
Cuando el mayor de mis problemas era cómo decirle a mi padre que no había sacado un sobresaliente, sino un notable. Esos días en los que jugábamos en la calle con los vecinos, y esas noches de calor sentados al fresco de la puerta con nuestras madres, para nosotros era toda una aventura el dormir más tarde de lo normal y además estar en la calle a esas horas.

Quiero volver a sentir esa seguridad, quiero tener diez años de nuevo. Quiero que mi padre me diga lo que debo o no debo hacer, quiero volver a descubrirlo todo otra vez y quedarme allí quietecita, que se pare el tiempo.
Volver a  cuidar de mi hermano pequeño, de ejercer de maestra para él, eso era lo mejor que me podía pasar, sentirme responsable de sus descubrimientos para mi fué, creo que más gratificante  incluso que para él.
Y aprender de los mayores, sentirme la niña mimada entre ellos.
Mi cine de verano, mi trozo de mármol para jugar al turco, mis cromos, mis muñecas.

Quiero recuperar mi inocencia, esa que todos perdemos y que casi nadie echa de menos.
Tengo tan fresca en la memoria tantas cosas!!!!, que podría describir olores, sabores y colores.
No hace mucho me tropecé con un antiguo profesor de mi escuela y se sorprendió de mi memoria, de como podía acordarme de tantos detalles de hace tantos años, y es que hay cosas que no se olvidan y una de ellas es el nombre de tus maestros, porque fueron importantes para nosotros.

Queríamos ser mayores, teníamos prisa por crecer, soñábamos con volar del nido. Y lo que yo daría por estar de nuevo allí, en mi colegio, en mi barrio, con mis amigos, en mi plazoleta jugando al  escondite, escondiéndome tras la falda de mi madre cuando pasaba un perro, o durmiendo en esas literas.

¿Y ahora detrás de quien me escondo yo cuando pase algún "perro" por mi vida , si se supone que yo debo de estar ahí para esconder a mis hijos de sus miedos?.

Damos por hecho que somos lo suficientemente fuertes para afrontar nuestros miedos y los de nuestros hijos, pero no es así. A veces nosotros volvemos a necesitar de la falda de nuestra madre para que nos proteja de esos temores, de esas incertidumbres. Aunque al final salgamos de detrás y hagamos frente a ese "perro" de una vez por todas, pero yo al menos, necesito saber que tendré delante siempre  a esa persona por si necesito de ella.

Y todo esto empezó porque mi hermano me dijo el otro día que no sabría que habría sido de su niñez sin mí a su lado...................


Te quiero pequeño.

Chewing

5 comentarios:

  1. Pues sí....nostalgia, ese miedo, esa necesidad se llama nostalgia, hay quien no tiene ni eso,

    ResponderEliminar
  2. "Cualquier tiempo pasado siempre fue mejor", dijo una vel el poeta Jorge Manríquez, quizá inspirado por otra famosa cita de Eclesiastes que decía "No preguntes por qué el tiempo pasado fue mejor que el presente". La pura Verdad. Palabras que nos remontan a días mejores que no volverán. ¿Qué más se puede añadir a eso?

    ResponderEliminar
  3. Supongo que nada, que no podemos añadir nada, pero habrá que vivir el presente a tope y feliz para mañana poder decir también, que "cualquier tiempo pasado fué mejor". No crees?

    ResponderEliminar
  4. Pero de verdad alguien piensa que todo tiempo pasado fue mejor? alguien volveria a vivir otra vez lo mismo, lo mismo...si tuviera es oportunidad?

    ResponderEliminar
  5. Pues yo sí, mi niñez no la cambio por nada, lo que no volvería a vivir es este tiempo de la edad adulta, este está contaminado, pero mi niñez fué fabulosa, rodeada de unos hermanos maravillosos, unos padres buenos y entregados y una sencillez en la vida envidiable en estos días que corren. Pero........... para gustos hay colores.

    ResponderEliminar