sábado, 1 de febrero de 2020

CUANTO MAS APRENDO MENOS SÉ

Aunque suene a tópico, manido, rancio o explotado; puedo decir que con el paso de los años he aprendido que hay una serie de cosas básicas y elementales para vivir bien, y cuando digo vivir bien me refiero a vivir sin quebraderos inútiles de cabeza, aprovechando al máximo cada segundo de la vida.

Siempre he vivido queriendo experimentarlo todo, o casi todo, tener todas las respuestas, los "por qués", viviendo rápido y sin apenas percibir cada instante porque cuando vives tan rápido es prácticamente imposible saborear las cosas, ya sean dulces o amargas.
Ya no busco la perfección absoluta en todo lo que me propongo hacer, he dejado de buscar la aceptación de los demás a toda costa, he disfrutado todo, hasta de los días tristes; porque sí, porque son míos y si algo ha detonado esa tristeza desde mi interior es por alguna razón,,estaba llamando mi atención y se la he concedido.

Sigo cerrando los ojos y volando con mi imaginación, me sigue emocionando la sonrisa de un niño, me encanta jugar con ellos y sentirme esa niña que nunca dejé de ser en el fondo y a la que nunca abandonaré.

He aprendido que siempre hubo un hombro para descansar en él y apoyarme aunque no fuera el que quizás esperaba pero que por esa misma razón me reconfortó más, que siempre habrá alguien que me pedirá consejo,ayuda o un favor, con lo cual no pienso sentirme inútil. No voy  a envejecer pensando que ya no sirvo para lo que sea.

Siempre habrá quien me odie por el mero hecho de existir, o de haber sido la primera, o la ex de alguien, o la favorita de otros, o la que siempre se levanta y continúa, o porque soy blanca, o porque soy del sur. Pero siempre habrá quien me busque por amor, o por necesidad, aburrimiento, para tomar un desayuno, para que le haga un té o le quite una mancha del vestido o la camisa.

Siempre habrá un hombre que me encuentre sexy, o alguna mujer que me encuentre interesante, algún niño que me encuentre divertida y algún amigo que me encuentre simplemente persona con la que charlar un rato.

He aprendido que en el pasado algunas cosas fueron muy duras  y que hicieron mucho daño y que en otras ocasiones lo haría yo o probablemente formé parte del sufrimiento de alguien, pero que al igual que no deseé sufrir tampoco quise lastimar a nadie.

Nunca seguí el consejo de mi padre porque era jovencita y no entendía cada vez que me decía:
PRIMERO YO, DESPUÉS YO Y SIEMPRE YO. Yo pensaba que eso era ser egoísta y trepa y no me cuadraba con la educación que recibí. Pero cuando por fin entendí que ponerte TÚ PRIMERO no es ser egoísta sino amarte a ti antes que a nadie, que el DESPUÉS también forma parte de seguir queriéndote y no dejar que nadie te haga sentir lo contrario, y que el SIEMPRE YO me va a acompañar el resto de mi vida, ese día, lancé un suspiro y una sonrisa.

Sé que en situaciones extremas daría mi vida por mas de una persona de mi entorno porque si no, no sería yo ni feliz; pero sin esa necesidad, pienso seguir amándome como nadie podrá hacerlo jamás.

Y esas vivencias formaron a la mujer que soy hoy, llena de sueños y proyectos cada día. Asumiendo defectos y virtudes, errores y aciertos pero que cada día un poquito más apuesta por ella y recibe cada minuto en este mundo como un regalo enorme que le ha hecho la vida.
Siempre creando en mi mente un mundo mejor pero sin expectativas para no defraudarme a mí misma.


Chewing

No hay comentarios:

Publicar un comentario